En estos meses de
invierno muchas personas se suelen plantear someterse a intervenciones de
cirugía estética pensando en llegar a la primavera con “su problema
resuelto”. Efectivamente es una buena opción, aunque tampoco es imprescindible
en todos los casos gracias a los avances en la técnica quirúrgica y los métodos
de recuperación postoperatoria que han ido apareciendo.
“…el peso corporal, la proporción de grasa en los tejidos, la calidad de la piel, el estilo de vida que se lleve, la edad, etc… condicionan los resultados y la recuperación.”
Cada persona es única,
lo que hace que una liposucción, una cirugía de mamas o cualquier otra
intervención no sea igual a otra, ya que el peso corporal, la proporción de
grasa en los tejidos, la calidad de la piel, el estilo de vida que se
lleve, la edad, etc… condicionen los resultados y la recuperación. Si tuviera
que mencionar alguna intervención más ad
hoc en estas latitudes, con nuestras temperaturas bajas y menos horas de
exposición al sol durante los meses previos al verano serían:
- abdominoplastia (el postoperatorio requiere el uso de una faja durante uno o dos meses)
- liposucción (también precisa del uso de faja o prendas de presoterapia durante uno o dos meses y además… ¡¡pensando ya en la Semana Santa y en las afortunadas que se acerque a alguna playa!!)
- cirugía mamaria (la ausencia del calor facilita el uso de los sujetadores adaptados que se usan durante la recuperación y ayuda a mantener las cicatrices secas mientras se curan, al disminuir la sudoración)
- cirugía facial (por norma general todos los tratamientos quirúrgicos y estéticos de la cara están “reñidos” con la exposición solar)
Precisamente de ellos, los tratamientos faciales, hablaremos más específicamente en el siguiente post.
Rosa Ogando
Especialista en Salud y Belleza
Encuentro este blog útil y bien hecho, ¡enhorabuena!
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